Es fin de año y es hora de elegir mi "Juego del año": Balatro. Si bien no es mi favorito absoluto, su éxito merece discusión.
A estas alturas (29 de diciembre, suponiendo que se lea a tiempo), es probable que los numerosos premios de Balatro le resulten familiares. Arrasó en The Game Awards (Juego independiente y móvil del año) y ganó de forma única dos premios Pocket Gamer (Mejor puerto móvil y Mejor juego de mesa digital). La creación de Jimbo es claramente un éxito.
Sin embargo, su éxito también ha provocado confusión e incluso ira. Las comparaciones entre videos de juegos llamativos y las imágenes relativamente simples de Balatro son frecuentes. El escepticismo que rodea a un simple constructor de mazos que gana tantos premios es comprensible.
Esta misma reacción resalta por qué Balatro es mi elección GOTY. Pero primero, menciones honoríficas:
Menciones Honoríficas:
- Expansión Castlevania de Vampire Survivors: La tan esperada colaboración con los personajes de Castlevania es fantástica.
- Squid Game: modelo gratuito de Unleashed: Un movimiento potencialmente innovador de Netflix Games, que sugiere un enfoque en la adquisición de espectadores.
- Lanzamiento solo de audio de Watch Dogs: Truth: Una elección inesperada, pero intrigante, para la franquicia Watch Dogs de Ubisoft.
Una bolsa mixta
Mi experiencia con Balatro es mixta. Es innegablemente atractivo, pero aún no lo domino. La optimización estadística detallada que se requiere más adelante en las carreras me frustra, a pesar de las innumerables horas de juego.
A pesar de esto, Balatro representa un valor excelente. Es simple, de fácil acceso y no demasiado exigente. Si bien no es mi mayor pérdida de tiempo (ese honor es para Vampire Survivors), es un fuerte contendiente.
También son notables sus atractivos efectos visuales y su fluida jugabilidad. Por $ 9,99, obtienes un cautivador creador de mazos roguelike adecuado para jugar en público (¡el elemento de póquer podría incluso impresionar!). La capacidad de LocalThunk para mejorar un formato simple es encomiable.
La música relajante y los satisfactorios efectos de sonido crean un bucle adictivo, pero el atractivo del juego se presenta sutilmente, no abiertamente.
Entonces, ¿por qué discutirlo más? Porque su éxito no es universalmente comprendido.
Más allá del bombo
Balatro no es el juego más controvertido del año (ese podría ser Astrobot, irónicamente dada la importancia personal de su organismo adjudicador). Pero la reacción ante Balatro es reveladora.
El diseño de Balatro es absolutamente "juguetón". Es visualmente atractivo sin ser demasiado complejo o llamativo, y carece de la estética "retro" común. No es una demostración de tecnología de punta; LocalThunk, como muchos proyectos independientes exitosos, comenzó como un proyecto apasionante.
Su éxito desconcierta a muchos, tanto a la crítica como al público. No es un gacha llamativo ni traspasa los límites de los dispositivos móviles. Para algunos es simplemente "un juego de cartas".
Pero es un juego de cartas bien ejecutado que ofrece una nueva visión del concepto. La calidad del juego debe juzgarse por su ejecución, no únicamente por la fidelidad visual.
Sustancia sobre estilo
La lección de Balatro es simple: el éxito no requiere gráficos de vanguardia ni mecánicas complejas. Este humilde creador de mazos prosperó en PC, consolas y plataformas móviles: un Achievement significativo.
Si bien no fue un gran éxito financiero, considerando los probables bajos costos de desarrollo, LocalThunk probablemente obtuvo grandes ganancias.
Balatro demuestra que los lanzamientos multiplataforma no tienen por qué ser aventuras gacha masivas y multiplataforma. La simplicidad y el estilo pueden unir a los jugadores de diferentes plataformas.
La accesibilidad de Balatro es otro elemento clave. Algunos jugadores se esfuerzan por lograr estrategias óptimas de construcción de mazos; otros, como yo, disfrutamos de su ritmo relajado.
En conclusión, el éxito de Balatro refuerza un punto crucial: no necesitas imágenes innovadoras ni una jugabilidad compleja para Achieve tener éxito; a veces, basta con un juego sencillo y bien ejecutado.