La postura agresiva de Nintendo contra la emulación está bien documentada. Las acciones legales de la compañía contra los desarrolladores de emuladores, como Yuzu y Ryujinx, y su participación en el enjuiciamiento de Gary Bowser, destacan su compromiso de proteger su propiedad intelectual. Una presentación reciente del abogado de patentes de Nintendo, Koji Nishiura, en Tokyo Esports Festa 2025, ofreció más información sobre la estrategia de la compañía.
Nishiura aclaró que si bien los emuladores en sí no son inherentemente ilegales, su uso puede volverse ilegal dependiendo de cómo funcionen. Específicamente, los emuladores que copian programas de juegos o deshabilitan las medidas de seguridad de la consola pueden infringir las leyes de derechos de autor, particularmente bajo la Ley de Prevención de Competiciones de Japón (UCPA). Sin embargo, esta ley se aplica principalmente dentro de Japón, lo que limita la capacidad de Nintendo para seguir acciones legales a nivel internacional.
La presentación utilizó la tarjeta Nintendo DS R4 como un estudio de caso. Este dispositivo permitió a los usuarios evitar la seguridad de la consola, lo que lleva a una piratería generalizada. Nintendo demandó con éxito a los fabricantes y revendedores, lo que resultó en la prohibición del R4 en 2009. Nishiura también enfatizó que las herramientas que facilitan las descargas de software pirateadas dentro de los emuladores, como el 3DS Freeshop o el hiñique de Switch, también están sujetas a las reclamaciones de infracción de derechos de autor.
La demanda de Nintendo contra los desarrolladores de Yuzu citó un millón de copias pirateadas de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom , que une los ingresos de Patreon del emulador con la facilitación de la piratería a través de características como el acceso temprano y las actualizaciones diarias.